Atraparon a un joven que habría sido quien mató a puñaladas a Lucio Garay (17) este martes a la madrugada en pleno centro de la ciudad. Será citado a declarar este jueves en Tribunales. Un testigo clave aportó datos para identificarlo.
El principal acusado de asesinar al adolescente de 17 años en la Peatonal San Martín fue detenido este miércoles durante un allanamiento en su casa del barrio Belgrano.
Se trata de un joven de 18 años al que la Justicia y la policía identificaron como el presunto autor del crimen de Lucio Garay a través de un testigo que aportó datos claves. Ahora, la fiscal María Florencia Salas lo citará a declarar en Tribunales a primera hora de este jueves en el marco de una causa caratulada homicidio simple, aunque la fiscal pidió la detención por homicidio agravado por alevosía.
Fuentes extraoficiales indicaron que el detenido se llama Aaron Uriel Cháves y que contaría con algunos antecedentes penales. El allanamiento lo realizó el Gabinete de Homicidios de la DDI Mar del Plata en una vivienda de Arana y Goiri al 11800.
El hecho sucedió minutos después de la 1 de la madrugada de este martes y durante todo el transcurso de la jornada los investigadores trabajaron para determinar sus pormenores. En ese contexto, lograron saber que existió una pelea cuyo comienzo fue por causas a las que todavía no le encontraron y posiblemente no le encuentren nunca un sentido: es que, de acuerdo a los primeros testimonios relevados, el enfrentamiento entre los dos grupos de jóvenes se inició debido a que uno de sus integrantes le habría dado a otro un pisotón o un empujón -no está claro- accidental.
Los detalles que recabaron los pesquisas hasta ahora revelaron también que Garay se encontraba en el centro con un amigo suyo de 16 años, y el ahora detenido se hallaba con otro joven y dos chicas. Todos habían estado antes, y sin conocerse, festejando el carnaval en la plaza España, donde se realizó el corso central.
Garay y su amigo habían decidido ir a tomar un helado al local de comidas rápidas de la Peatonal San Martín, entre Córdoba y Santiago del Estero, una vez finalizada la celebración, mientras que el ahora detenido y compañía se dirigieron hacia el mismo lugar.
En determinado momento, alrededor de la 1.10, es que se registró el altercado. Como consecuencia, y conforme la reconstrucción preliminar que llevaron a cabo la fiscal y la policía, Garay y su acompañante se trenzaron en lucha con el detenido y el suyo. Las mujeres, en tanto, habrían intentado interceder para separarlos.
Después de la muerte de Garay, y cuando la noticia ya había tenido repercusión mediática a nivel local y nacional, una de ellas le comentó a su padre lo ocurrido. El hombre, al ver que desde la Jefatura Departamental solicitaban testigos que sirvieran para esclarecer el caso y con el objetivo de aclarar la situación de su hija, se dirigió poco después a la sede de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local. Ese testimonio sirvió para corroborar la mecánica de los hechos y permitió avanzar hacia el esclarecimiento.
Según pudo saber LA CAPITAL, el enfrentamiento entre los cuatro jóvenes se extendió por aproximadamente 30 segundos y muchas personas que transitaban por la Peatonal San Martín lo observaron, pero nadie se entrometió. A pesar de que en principio fue una pelea de dos jóvenes contra dos, la imputación por el homicidio de Garay sólo sería para el ahora detenido, quien habría utilizado el arma blanca para atacar a la víctima.
De acuerdo a los datos que fuentes allegadas al expediente suministraron a este medio, el acusado cumplió 18 años el 29 de diciembre pasado y no es la primera vez que está vinculado a una investigación penal. Cuando era menor, fue aprehendido en el marco de la comisión de dos delitos: “robo calificado en grado de tentativa” y “encubrimiento”.
El hecho
El crimen de Garay se produjo el martes a la madrugada en las inmediaciones de San Martín y Córdoba. La víctima logró llegar con vida hasta el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde los médicos de guardia lo recibieron con una seria lesión en el tórax, además de otras en el rostro y en una mano. Dos horas después, pese a los esfuerzos, falleció.
De acuerdo con los resultados de la autopsia al cadáver, el adolescente sufrió varias lesiones punzocortantes. De hecho, para intentar lavarse la sangre que le emanaba, el joven había sido acompañado por su amigo hasta el baño del cine Ambassador. Allí su condición empezó a agravarse, ya que una de las heridas le había afectado órganos vitales.
Una comisión policial arribó al lugar tras un llamado al 911 y un empleado entrerriano de la firma Cinemacenter contó que en el interior del sanitario masculino se hallaba el joven ensangrentado producto de una herida de arma blanca sufrida en el rostro. Es que el testigo, como el propio adolescente, no se había percatado de la lesión en el tórax.
De acuerdo a una de las actas que figura en expediente judicial, cuando los efectivos ingresaron a la dependencia observaron a Garay tendido en el suelo “muy débil, con dificultad para respirar”. “Apenas podía responder las preguntas”, describió uno de los investigadores en el documento.
Y agregó que el acompañante de la víctima había especificado que ambos se hallaban en el centro porque momentos antes habían presenciado los festejos del carnaval en la Plaza España y que, cuando se disponían a tomar un helado, fueron instados a pelear por otros dos adolescentes.
Conforme el testimonio del joven, perdió de vista a Garay y al reencontrarlo lo vio ensangrentado, por lo que lo fueron al baño del cine a limpiarse. Allí, agregó, observó además que su amigo “tenía dos cortes profundos, uno en la zona de la ceja izquierda y en uno de los dedos de la mano derecha”.
Poco después, los policías solicitaron la presencia de una ambulancia y arribó al lugar el móvil Nº 12 del SAME. Una médica revisó al menor y descubrió -de acuerdo al informe- “una tercera herida en el torso del lado izquierdo a la altura de las costillas de grandes dimensiones”. Eso determinó su inmediato traslado “en código rojo” al HIGA, adonde arribó a las 2.06.
Antes de que se produjera el deceso de Garay, esa misma madrugada, a las 3.15, se le dio intervención a la fiscal Salas, quien ordenó una serie de medidas para identificar al grupo agresor en el marco de una causa judicial caratulada “homicidio en grado de tentativa”, que luego se transformó en “homicidio simple”.
En ese momento, Garay fue identificado y se supo vivía en el barrio Las Lilas con su familia, a la cual se le comunicó inmediatamente lo sucedido.
En el marco de la investigación, la policía secuestró en el cine la remera de la víctima, que presentaba distintas manchas hemáticas y ahora será peritada por orden de la fiscal Salas.